Así, es de notar que lo tradicional se mezcla con lo digital, para dar pie a un profesional de las comunicaciones capaz de enfrentar la vorágine de información, nuevas tecnologías y tendencias que marcan a los mercados y audiencias hoy en día.
En tal sentido, la adaptabilidad del comunicador resulta fundamental para tratar a distintos tipos de públicos, pues, el contacto directo con los consumidores, fans, followers, etc. requiere de un monitoreo constante y activo, con respuestas redactadas o visuales capaces de entablar un vínculo, en el mejor de los casos, emocional, sincero, humano.
Finalmente, esta "relación digital" genera una data valiosa que el comunicador debe organizar, medir y cuantificar para obtener información que posteriormente le ayudará a seguir afianzando su gestión, es decir, fortaleciendo el vínculo con sus públicos.
Me permito incluir un post que puede ampliar más sobre el tema:
Publicación de AMCO.